¿Quieres saber cómo hacer frente a las humedades en tu hogar? En el sector de la fontanería estamos acostumbrados a lidiar contra este contratiempo aunque en muchas ocasiones las humedades no tienen por qué ser causadas por averías en la instalación de tuberías. Hoy desde Fontanalia queremos ofrecerte algunos consejos para que puedas terminar rápidamente con los problemas de humedad en tu vivienda.
Lo cierto es la acumulación de humedad en espacios cerrados puede conllevar a consecuencias que ya no solo pueden dañar seriamente una estructura, sino también perjudicar en alto grado la salud de las personas que habitan en el interior. Y es que la humedad acrecienta la proliferación de hongos como el moho, bacterias o incluso virus muy perjudiciales.
Por ello, existen una serie de medidas que todos podemos llevar a cabo en nuestros hogares para que la humedad no campe a sus anchas. Sabemos que el mero hecho de habitar una vivienda produce humedad, ya que acciones de nuestro día a día tan habituales como darnos una ducha crean una gran acumulación de condensación, pero gracias a estas indicaciones podremos mantener a raya a la humedad.
Un pared afectada por la humedad, es necesario tratarla
Localizar una humedad en una habitación de nuestra casa es una molestia importante. Y aunque en ocasiones será necesario actuar para revisar si existe una avería grave que haya causado esa mancha, en otras muchas es posible tratar la zona para que la proliferación de hongos no vaya a más. El uso del bicarbonato es una de las ideas más extendidas. Este producto es antibacteriano y antifúngico. Para acabar con la marca de humedad se debe frotar el área con el bicarbonato y dejarlo actuar durante aproximadamente dos horas. Trascurrido este tiempo, se cepilla la zona y listo. El vinagre blanco también es otra de las opciones para la limpieza de humedades.
Hay quien prefiere cubrir la humedad con pintura o con muebles para que simplemente la mancha no sea visible, aunque está demostrado que esta no es en absoluto una solución. De hecho, lo ideal si la marca de humedad se encuentra tras un mueble, es separarlo para que así la pared pueda respirar y que el crecimiento de microorganismos no sea tan rápido.
Un entorno para que la humedad no haga estragos
Entonces ¿qué debemos tener en cuenta para que la humedad no afecte negativamente a nuestro hogar? En primer lugar, la ventilación. Como decíamos al comienzo de este artículo, el mero hecho de habitar una vivienda ya acrecienta la humedad en el entorno. Cocinar, darse una ducha, encender la calefacción o simplemente respirar, producen condensación que, en una casa mal ventilada puede dar lugar a la acumulación de humedad.
La ventilación de las diferentes estancias de nuestra casa es básica para que el aire del interior circule. Teniendo siempre en cuenta aquellas habitaciones que por su uso o condición pueden ser más propensas a las humedades. Por ejemplo esa zona que utilices para tender la colada. Todos sabemos que es preferible secar nuestra ropa en el exterior, pero en el caso de no ser posible, la ventilación de esa habitación debe ser constante. Evitarás ya no solo las manchas de humedad en las paredes, sino también el mal olor de las prendas por culpa de un mal secado.
En muchos hogares optan por incorporar un deshumidificador para terminar con estos problemas. La solución es la ideal, aunque deberemos tener siempre en cuenta que es muy probable que nuestra factura de la luz se vea incrementada por el consumo de este electrodoméstico.
El uso de la campana extractora cuando estemos cocinando ante todo caldos, sopas o verduras que generan mucha condensación o por ejemplo evitar la acumulación de plantas en una sola estancia cerrada, también ayudarán a controlar la humedad de nuestra vivienda. Sin olvidar, por supuesto, no aumentar la temperatura de nuestra calefacción por encima de los 21º.